Pero vayamos por partes y comencemos por el comienzo.
El vocablo PIOMETRA proviene de dos voces griegas:
- μήτρα: que se lee métra, y significa matriz o útero y,
- πúον, que se lee pio y significa pus.
Entonces si juntamos ambos vocablos tenemos piometra o pus en útero.
La piometra es una condición patológica del útero de hembras maduras no castradas (generalmente a partir de los 5 a 6 años en adelante). Se caracteriza por la acumulación de la secreción infectada de las glándulas endometriales. Inicialmente esta secreción es estéril, es decir, libre de gérmenes o bacterias. Cuando por alguna razón las bacterias que habitan normalmente en la vagina, ascienden hasta el útero, utilizan entonces esta secresión como sustrato y la convierten en pus.
Para fijar el concepto en el cerebro imagina un globo vacío. Ése sería el útero normal. Ahora llenamos el globo con agua y ese es el aspecto del útero con la secresión. Ahora llena el globo con pus: esa es la piometra.
TIPOS DE PIOMETRA
Piometra abierta: cuando la cérvix (estructura que comunica el útero con la vagina) se encuentra dilatada o abierta, en este caso se puede apreciar claramente el descenso vaginal que viene desde el útero, y que muchas personas confunden con el sangrado del celo. Esta secreción dependiendo de la (s) bacterias(s) involucradas puede tener diferente color y olor, pudiendo muchas veces sentirse un olor realmente ofensivo y fétido.
Piometra cerrada: cuando la cérvix se mantiene sin abrirse y la pus se acumula dentro del útero sin lograr drenarse al exterior. A diferencia de la anterior, este tipo de piometra es una urgencia quirúrgica.
SIGNOS CLÍNICOS
Si es del tipo abierto, el dueño notará un descenso vaginal anormal en su perra. Puede haber malestar, decaimiento, inapetencia, deshidratación, sed excesiva, incremento en la frecuencia y cantidad de orina. También pueden observarse vómito y fiebre. Algunas perras pueden presentar incremento del volumen abdominal.
En la piometra cerrada: se presentarán los signos mecionados arriba, cuando la piometra está en su fase inicial. Si no recibe atención médica el animal entra en estado de shock por endotoxemia y septicemia. La muerte puede sobrevenir
TRATAMIENTO
El tratamiento por excelencia es la ovarohisterectomía, es decir, la extirpación completa del útero y de los ovarios.
PRONÓSTICO
Dependerá del estado en que los dueños decidan llevar a su perrita al veterinario. El período crítico son las 48 horas post cirugía. Luego de este periodo crítico, las posibilidades son excelentes.
¿Y SE PUEDE PREVENIR?
La respuesta es un rotundo y contundente SÍ.
Tú te puedes quitar un gran peso de encima y evitar a ti y a tu perrita la preocupación por esta enfermedad con el simple hecho de esterilizarla antes del segundo celo. De este modo matas dos pájaros de un tiro: ya no tendrás que preocuparte más por piometras, y segundo: tampoco tendrás problemas con la aparición de bultos y tumores mamarios.
Recuerda lector,
La prevención es la mejor medicina.
IMPORTANTE:
No es mi intención que algún lector preocupado luego de leer este artículo lleve corriendo a su perra para una esterilización, sobretodo si es una perra mayor. Siempre debes tener en cuenta la opinión de tu veterinario: él sabrá qué cosa es lo más conveniente cuando el problema se presente.
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